En un barrio del municipio de Sahagún, se encuentra ubicada una casa perteneciente a la familia Acosta, está situada entre el Cementerio Central y las instalaciones del Banco Ganadero, su dirección es: 13 – 47.
Hace 100 años, una pareja de esposos compuesta por Manuel Acosta y Cruz Antonia Mórela decidió comprar un pequeño terreno o lote, para edificar allí su casita, la cual se convertiría en un regalo más precioso para sus hijos.
Desde el primer momento de su compra, la familia empezó a construir una humilde vivienda, con mucho esfuerzo y trabajo, esta no era una gran casa, pero si era lo suficientemente grande para albergar los hijos.
Años más tarde, eta pareja de esposos decide construir una nueva vivienda sobre la que ya se encontraba, hace aproximadamente 70 años, pero con una nueva imagen, mucho más grande y un nuevo modelo.
Aquella linda casita ha logrado sobrevivir hasta hoy, siendo importante el cuidado que le han dado los hijos, quienes se preocupan por mantenerla en pie y conservarla como el mejor regalo de sus padres. A lo largo de todos estos años ha recibido mantenimiento y se han efectuados arreglos como: Cambiar los horcones, las tirantas, arreglar las paredes, cambiar la palma, etc.
Hoy día residen en ella varias personas de la misma familia, pero quien está a cargo o propietario de la casa es Fulberto Acosta, sus demás acompañantes son: John Acosta, Ronaldo Acosta, Ana Milena Acosta, Antonio Castaño y Linda María Acosta.
Sus residentes manifiestan que su casa es de aproximadamente 50 millones de pesos, pero que sin embargo nunca han decidido ponerla en venta o destruirla para construir una nueva.
La primera impresión que el visitante tiene es la de una casa grande, cuyo techo está compuesto por palma, su parte externa cuenta con una gran puerta y dos ventanas amplias ubicadas verticalmente. Es importante decir que tiene un color amarillo suave, sus ventanas y la puerta color café fuerte y para adornar el piso tiene en el corredor de la calle baldosas intercaladas de color amarillo y verde.
La pared externa en su parte superior tiene unas tablas que tienen espacios entre ellas para brindar una mayor ventilación, cuando nos detenemos a observar su interior encontramos una pequeña biblioteca con libros viejos, un piso de color amarillo suave, y las paredes están pintadas de color blanco.
Una parte importante de la casa en su interior con respecto al techo es que los soportes están dados por maderos de guadua y los amarres por bejucos y chinù.
La sala es bastante amplios y comuni con dos cuartos y una cocina pequeña también hecha en bahareque, pero cabe resaltar que en total la vivienda tiene 3 habitaciones.
En la sala encontramos pequeños cuartos antiguos (fotos) de la familia, cuenta con un sofá y dos mecedoras de madera, en su parte superior se pueden ver dos sostenedores ubicados horizontalmente de arboles siempre gruesos y largos. También se encuentra una pequeña pared compuesta por calados en donde se ubica un TV grande.
Todo parece indicar que en estos últimos años la palma no ha recibido renovación o cambio, pues se puede ver el desgaste de la misma.
Quisiera finalizar dando las gracias a todas aquellas personas que se han preocupado por mantener vivas aquellas costumbres, legados y recuerdos de nuestros antepasados, lo cual se convierte en un patrimonio para el pueblo.
Elaborado por Fader José Beltrán Ramos
Diseño que permite la ventilacion interior de la vivienda |
Ventana de la vivienda |
Vista frontal de la sala |
Techo de la casa construido con palma y guaduas |
Espacios en la parte superior de la pared para mayor ventilacion |
Corredor de la vivienda con baldosas amarillas y verdes |
Vista lateral de la vivienda |
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